La llegada de del invierno trae a los amantes del senderismo y la montaña un preciado regalo, la nieve. El senderismo invernal, para muchos entre los que yo mismo me encuentro, es la quinta esencia de esta maravillosa actividad.
Si bien es cierto que el manto blanco que cubre los senderos, caminos, praderas, rocas y sobre todo las cimas de las montañas produce en los amantes del medio natural una enorme atracción, también es cierto que no esta exento de peligros.
Vamos a ver algunas claves que tenemos que tener en cuenta para hacerlo con seguridad.
Lo primero es conocer el parte meteorológico y saber interpretarlo. Evitaremos salir a la montaña en caso de previsiones de tormenta, niebla o peligro de aludes. Si aún después de salir las condiciones empeoran, no dudemos en abortar la actividad y volver por nuestros propios pasos, las montañas no se va a ir a ningún sitio y podremos volver cuando las condiciones sean propicias.
Llevar el equipo adecuado y saber utilizarlo. No escatimar en material de abrigo y seguridad.
Conocer la técnica de progresión en terreno nevado. Utilizar correctamente los crampones y el piolet es de suma importancia aunque, a priori, la ruta nos parezca sencilla.
No salir nunca solo, además de ser más divertido ir acompañado, nos aportara una mayor seguridad. Si es posible avisar a un familiar o amigo para que sepa la ruta que tenemos pensado realizar y la hora prevista para terminar.
Llevar mapa, brújula , gps y saber utilizarlos. No confiar en el conocimiento previo de la ruta, las condiciones cambiantes en la montaña pueden hacer que tomemos dirección o camino equivocado.
Y por último dos consejos más, levantarse temprano y conocer nuestras limitaciones, tanto físicas como técnicas.
Teniendo en cuenta estos puntos podemos disfrutar de la montaña en su estado más puro.
No te puedes perder la experiencia de caminar sintiendo la nieve bajo tus botas.
Goyo Aguirre
Equipo El Norte Magnético