La Cueva del Monje y La chorrera de la Chorranca

La Cueva del Monje y La chorrera de la Chorranca

la cueva del monje

La Cueva del Monje

La sierra de Guadarrama, ya sea en su vertiente madrileña como en la segoviana, no deja nunca de sorprender al caminante que se adentra por sus caminos y senderos. Naturaleza, historia y leyendas que merece la pena conocer y disfrutar.

Precisamente en la vertiente segoviana encontramos uno de los entornos mejor conservados de todo el Guadarrama, los pinares de Valsaín. Estos enormes bosques de pino silvestre llevan siglos siendo explotados, su madera muy apreciada desde los tiempos en los que se utilizaba para la construcción de barcos, concretamente estos altos pinos eran perfectos para ser convertidos en los palos mayores para los veleros. La gestión de estos bosques es modélica desde que una compañía belga se hizo con la gestión y explotación. La ruta que te proponemos en esta ocasión, además de permitirnos conocer una buena parte de estos fabulosos bosques, nos acerca a dos lugares con encanto especial, la Cueva del Monje y la Chorrera de la Chorranca.

la chorrera de la chorranca

La ruta comienza junto al aserradero de Valsaín, en su parte posterior podemos dejar nuestro vehículo. Una pista asfaltada nos va llevando entre robles hasta el paraje conocido como el Vado de los Tres Maderos. Poco a poco el pinar va ganando al robledal y nos permite disfrutar de unos de los pinares de pino albar mas hermosos de la sierra. Sin abandonar la pista asfaltada llegaremos hasta una explanada que veremos a nuestra derecha, llevamos unos 3 kilómetros desde que comenzamos a caminar. Sin mucho buscar, nos toparemos con la Cueva del Monje, un curioso abrigo de roca, abrigo porque llamarlo cueva puede ser demasiado pretencioso.

Cuentan las buenas gentes de Valsaín que en lo profundo del bosque, en el hueco creado por la superposición de unas rocas, vivía el padre Arcadio. Este personaje conocía el poder curativo de las plantas y con ellas preparaba ungüentos y con ellas sanar a sus vecinos. Arcadio tenía un secreto, muchos años atrás había sido vecino de Valsaín, se llamaba Tomás Segura y había vendido su alma al diablo, este a cambio le había concedido una vida de 30 años de excesos, vicios y lujos. Tomas Segura había sido responsable de la muerte de una joven piadosa y honrada que no había cedido a sus intenciones.

Segura huyó aterrorizado de su terrible crimen, se refugió en el bosque y se convirtió en el padre Arcadio, el ermitaño bueno. Arcadio envejeció en el bosque y cuando se cumplían los 30 años en los que debía de dar su alma al diablo, se confesó con el abad del monasterio de la Granja y le pidió su perdón. En el momento que el clérigo le daba la absolución se oyó un grito espantoso, un  murciélago gigante salió de una grieta de la cueva y huyo sobre el pinar, era Satanás que en el último momento había perdido el alma de Arcadio.

Después de imaginar la vida del tal Arcadio en semejante abrigo rocoso, volvemos hacia la pista asfaltada, la cruzamos y cogemos el sendero que remontando el arroyo de la Chorranca, nos llevara hasta el magnífico entorno que preside la gran chorrera.

La Chorranca es una de las caídas de agua mas espectaculares de la sierra de Guadarrama y no podemos dejar de disfrutarla sobre todo al llegar la primavera, momento en que luce en todo su esplendor. La vuelta a Valsaín podemos hacerla por la pista que nos lleva cómodamente hasta el Centro Nacional de Educación Ambiental y desde allí, bordeando el pueblo, llegaremos hasta el aserradero. Para rematar esta jornada de senderismo, podemos acercarnos hasta La Granja de San Idelfonso, su hermoso palacio y sus calles cargadas de historia, nos esperan.

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